El seis de abril, seis trabajadores de la cooperativa San Lorenzo Mártir recibieron telegrama de despido. Hasta ese momento, se desempeñaban realizando tareas de limpieza en el hospital de la localidad de Famaillá por salarios que ni siquiera cubrían el salario básico, hoy en $16.875. Cuando al inicio de la cuarentena el gobernador Manzur visitó el hospital, estos trabajadores denunciaron la situación real que se vivía en ese lugar, con falta de insumos, condiciones precarias edilicias y, sobre todo, la mala situación de los trabajadores.
Además, se difundieron videos, en la misma localidad, en los que se puede ver aguas estancas (hay una creciente cantidad de casos de dengue). Previo a los despidos, ante la falta de pago de salarios adeudados, se iniciaron medidas de fuerza denunciando: maltrato laboral, persecución y abuso de autoridad. A través de una maniobra de la que participaron los concejales del pueblo, amedrentaron a varios trabajadores y les hicieron firmar un acta acuerdo trucho. Desde la Secretaria de Trabajo provincial les respondieron que no podían intervenir en el conflicto ya que “ellos también dependían del gobierno”. La denuncia ante tamaño atropello se viralizó en las redes y va en consonancia con los miles de despidos que se están llevando adelante en la provincia y el país violando abiertamente el decreto presidencial que los prohíbe. La actitud de las autoridades del hospital y del Siprosa (Sistema Provincial de Salud) de despedir personal de limpieza de un hospital en medio de una pandemia es temeraria y pone en riesgo a pacientes y al resto del personal.
Las cooperativas: un negociado
La limpieza de los hospitales y centros primarios de asistencia de la provincia (también la seguridad) son tercerizados en manos de cooperativas truchas que según denuncian sus propios trabajadores están en manos de funcionarios que operan a través de testaferros. Estas cooperativas funcionan como empresas, con el agravante de que no pagan aguinaldo, vacaciones ni licencias médicas a sus trabajadores. Negocio redondo que es avalado por el gobierno provincial y por la burocracia sindical de ATSA. En el caso de la cooperativa San Lorenzo Mártir, tiene a su cargo 20 nosocomios y 17 dependencias administrativas.
En febrero de 2017, desde la delegación nacional del Ministerio de Trabajo se realizó un relevamiento de las cooperativas en los hospitales de la capital provincial. De esto surgió que el 60 % del personal que estaba agrupado en esta modalidad se encontraba en negro. En ese momento, la propia ministra de Salud, Rosana Chala, planteó que “estos trabajadores no dependen del sistema de salud”. Esta situación derivó en acampes y protestas en plaza Independencia de algunos trabajadores que exigían ser absorbidos por el sistema de salud para poder acogerse a los beneficios del convenio que les corresponde.
El fraude laboral que representan estas cooperativas incluso ya ha sido dictaminado por la justicia. En 2012 la Cámara nacional en lo contencioso administrativo falló a favor de trabajadores bajo esta modalidad planteando en sus considerando que “para tipificar una cooperativa de trabajo es necesario que el asociado lo sea en forma libre, consciente, voluntaria; debe participar activamente en la gestión de la misma, en la fijación de sus políticas y en la toma de decisiones; tiene derecho a elegir y ser elegido para los órganos de dirección, a percibir el retorno de excedentes en proporción a las operaciones que cada asociado haya realizado, solicitar y obtener información, y a la educación y capacitación”.
Pase a planta ya
Mientras el presidente y los gobernadores se rasgan las vestiduras diciendo que hay una prioridad en la salud pública, continúa la sangría de despidos en todo el país, tal como venimos denunciando desde Prensa Obrera y desde las bancas en el congreso y legislaturas donde hay compañeros del FIT-U. La actitud criminal de las autoridades de la salud provincial debe ser rechazada por toda la población que vive de su trabajo. Llamamos a rodear de solidaridad a los y las compañeras y nos ponemos a disposición para las acciones de lucha, aun en cuarentena, que determinen.
– Pase a planta permanente de todo el personal cooperativizado que depende del Siprosa.
– Comisión de desprecarizacion electa entre los trabajadores para terminar con los contratos, plantas transitorias y monotributos en toda la salud.
– Basta de despidos y suspensiones.
FUENTE: https://prensaobrera.com/sindicales/69243-tucuman-hospital-de-famailla-despide-personal-en-medio-de-la-cuarentena